Este cuadro lo adquirimos en Kyoto, Japón en 1999, cerrando el siglo pasado, para los japoneses el sapo provoca felicidad y buena suerte, este particularmente transporta a un mensajero lleno de buenos augurios y prosperidad.
Medidas: 3.5 ancho X 50 cm alto X 42 cm largo
Pieza única.
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